Durante el día 10 de mayo, un día antes de la celebración de la Final del Festival de Eurovisión 2024, los seguidores del certamen vivieron un ambiente tenso inusual. La presencia de Israel en el concurso ha generado un intenso debate social sobre si era adecuado permitir su participación debido a las acciones del Ejército israelí en la Franja de Gaza. La Unión Europea de Radiodifusión (UER), responsable del Festival, rechazó dos canciones propuestas por la televisión israelí por considerarlas con contenido político. Tras la intervención del presidente israelí y una leve modificación en la letra de la canción que eliminaba algunas palabras, finalmente se autorizó a Israel a competir en el Festival de Eurovisión 2024.
A pesar de las múltiples condenas por parte de representantes de otros países participantes en Eurovisión 2024, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) optó por mantener la participación de Israel en el concurso. La ciudad anfitriona del evento, Malmö, ha desplegado fuertes medidas de seguridad, incluyendo la presencia de francotiradores dentro del estadio. Además, se han registrado varias manifestaciones propalestinas, una de las cuales logró interrumpir el tráfico en el puente de Øresund el miércoles. Este puente conecta la ciudad de Malmö con Copenhague, destino principal para muchos fanáticos y miembros de las delegaciones este año, debido a las limitaciones de infraestructura del aeropuerto de Malmö, ubicado en las afueras de la ciudad.
Después de que Israel lograra su pase para la Gran Final de Eurovisión, los diez clasificados se reunieron en una rueda de prensa para responder las preguntas de los medios acreditados. Durante el evento, se percibió un ambiente tenso. Incluso el representante letón, Dons, expresó su deseo de que todos los países fueran libres. Cuando llegó el turno de la representante de Israel, un periodista cuestionó si su participación en Malmö representaba una amenaza para el resto de los participantes de ese año. En ese momento, el moderador, Jovan Radomir, intervino al indicar a la abanderada israelí que no estaba obligada a responder esa pregunta. Ante estos sucesos, tanto el representante de Países Bajos, Joost Klein, como la artista griega, Marina Satti, expresaron su desacuerdo con las respuestas de la representante israelí. Klein se cubrió la cabeza con la bandera de su país, mientras que Satti simuló estar dormida ante las respuestas de la israelí.
Todo pareció calmarse aparentemente hasta el primer ensayo de los jurados, que se celebraba a partir de las 13:30 del viernes. Todos los participantes salieron en el tradicional desfile de banderas, pero cuando le tocó actuar a Países Bajos todo se convirtió en una incógnita. Los técnicos estaban preparando los props de Países Bajos, cuando de repente se escuchó un grito que hizo que los técnicos dieran la vuelta. Sin previo aviso, se puso la postal de Israel, y empezó a cantar su representante. En principio, se desconocía por qué Joost Klein no había podido participar en su primer ensayo general. A los minutos, la UER emitió un escueto comunicado avisando de que Joost no podría ensayar «hasta nuevo aviso» por «un incidente que involucra al artista neerlandés». De hecho, el propio supervisor ejecutivo, Martin Osterdahl, no apareció en pantalla validando los votos que emiten los países.
Los medios de comunicación de toda Europa se fueron haciendo eco de la noticia. Desde la televisión pública portuguesa, la RTP, hablaban incluso de la suspensión de Joost Klein por un «incidente entre bastidores que no se especifica». Una vez acabada las actuaciones, en redes sociales se publicó un vídeo de una persona de la televisión israelí que había accedido a la zona de delegaciones para increpar a una de las personas que acompaña a Joost Klein en su actuación para preguntarle en un tono jocoso por qué Joost no había podido actuar. Paralelamente, el periodista español Juanma Fernández denunciaba en redes sociales que había sido intimidado e increpado por varios periodistas israelíes después de haber gritado «Free Palestine» (Palestina libre) después de la actuación de Israel.
Tras estos incidentes, se producía la primera cancelación de un evento por parte de la organización. Los países que se clasifican directamente a la Final, entre los que se encuentra Alemania, Francia, Italia, España, Reino Unido y Suecia, habían decidido suspender la rueda de prensa que tenían programada «para concentrarse en los ensayos». Sin embargo, la rueda de prensa que tenía programada el anuncio de la sede de Eurovisión Junior en España a las 19:00 seguía intacta. En estos momentos de incertidumbre, la representante italiana, Angelina Mango, se acercó a la sala de prensa para cantar «por la paz» interpretando el tema ‘Imagine’ de John Lennon.
Paralelamente, a más de 6.200 kilómetros de distancia del Malmö Arena, en la Asamblea General de Naciones Unidas se estaba debatiendo la inclusión de Palestina como miembro observador no miembro de Naciones Unidas. La resolución, copatrocinada por España, Irlanda, Bélgica y Noruega, salió adelante con 143 votos a favor, 25 abstenciones y 9 votos en contra. Ante esta aprobación, votada en contra por Israel junto con Hungría o Chequia, su representante permanente en Naciones Unidas, Gilad Erdan, trituró la Carta de Naciones Unidas ante la Asamblea General calificando la votación como una «absurda decisión».
A las 19:00, como se tenía programado, la jefa de delegación española, Ana María Bordas, compareció ante los medios de comunicación para anunciar que Madrid sería la sede del próximo Eurovisión Junior. No se hizo ninguna referencia a la supuesta suspensión de Joost Klein de la competición. Al acabar la comparecencia de la jefa de delegación, el departamento de Comunicación de RTVE emitió un comunicado en el que la delegación española había trasladado la UER su compromiso con la libertad de prensa y de opinión, y le reclama que vele por su cumplimiento en el Festival de Eurovisión.
A escasas dos horas del ensayo de los jurados, donde se decide la mitad de las puntuaciones de Eurovisión 2024, se tiene constancia por parte del medio sueco Aftonbladet de que se había producido un incidente de Joost Klein después de la semifinal, aunque no tendría relación con ningún comentario hecho durante la rueda de prensa de la segunda semifinal. Por su parte, la televisión pública sueca, SVT, anunciaba que se había producido una confrontación física entre Joost Klein y un fotógrafo. La UER no emite ningún comunicado oficial a pesar de que el momento del ensayo del jurado se va acercando, mientras que reina la incertidumbre entre los periodistas acreditados.
A los pocos minutos antes de que empiece el ensayo del jurado, la UER anuncia que Joost Klein no actuará en el ensayo del jurado, sino que van a poner la actuación de la segunda semifinal. Y así sucede, con el público apoyando masivamente a Países Bajos y abucheando a la posterior actuación de Israel. Todo sigue igual en las votaciones, donde Países Bajos sí figura como país participante. Antes de que acabe el ensayo del jurado, se tenía previsto que la votación del resto del mundo se abriese a las 00:00. Sin embargo, esta votación no se abre, y se retrasa a las 2 de la mañana, hora en la que tampoco se abre la votación del resto del mundo. El propio día de la Final descubrimos que la votación del resto del mundo se abrió a las 13:00 después de un comunicado oficial de la UER expulsando a Países Bajos de la competición.